jueves, 12 de julio de 2012

No te deseo ningún mal pero...



No te deseo ningún mal pero...ojalá te pille un atasco cuando te hayas bebido un litro de agua para hacerte una ecografía.

No te deseo ningún mal pero...ojalá te olvides de echar la primitiva a la que llevas jugando toda tu vida el día que hubieses sido máximo acertante.

No te deseo ningún mal pero...ojalá te olvides la crema solar el día que vas de excursión en barco a Cabrera.

No te deseo ningún mal pero...ojalá te olvides de comprar tomates el día que tenías pensado cenar de pamboli en casa.

No te deseo ningún mal pero...ojalá se te rompa el termo de agua caliente la semana de Navidad que tienes a tus suegros durmiendo en casa.

No te deseo ningún mal pero...ojalá se te rompa la puerta del garaje cuando llegabas justo de tiempo al aeropuerto para empezar tus vacaciones en el Caribe.

No te deseo ningún mal pero...ojalá te inviten a una boda de traje y corbata en pleno mes de Agosto a las 12 del mediodía...y no puedas aparcar cerca...y no funcione el climatizador del coche.

No te deseo ningún mal pero...ojalá monten una escuela de tablao flamenco y cante jondo debajo de tu casa...y den clases nocturnas...y los fines de semana.

No te deseo ningún mal pero...ojalá se te corrompan los documentos con los que llevas trabajando meses...y no tengas copia de seguridad...y tengas que entregarlos mañana.

No te deseo ningún mal pero...ojalá que tu televisor sólo pueda sintonizar TeleCinco.

No te deseo ningún mal pero...ojalá se te acabe la batería del móvil justo cuando intentas aclarar un malentendido con el amor de tu vida.

No te deseo ningún mal pero...ojalá tengas a un Community Manager como vecino...y te lo encuentres en el ascensor...cada día.

Leídos en twitter (actualizado 18/07/2012)

No te deseo el mal pero ojalá te de un ataque de estornudos y diarrea al mismo tiempo vía @bulsete

No te deseo ningún mal, pero ojalá tengas que ponerte a buscar un piso en Sevilla en julio a las 12 de la mañana vía @ivanyvienen06

No te deseo ningun mal pero ojala para navidad te regalen el polo olimpico español vía @JohnNieve

No te deseo ningun mal, pero espero que te llegue el periodo en un tanque lleno de tiburones vía @LasFrasesdeHoy


No te deseo ningún mal, pero ojalá te venga familia de visita a la hora de la siesta vía @peitx666

No te deseo ningún mal, pero ojalá Freddy Kruegger te haga una caricia vía @Sr_DonLimpio

No te deseo ningún mal, pero ojalá que te sientes en el sofá para ver la tele y que el mando esté en la otra punta de la mesa vía @menteperdida_



Espero más aportaciones!!!

viernes, 22 de junio de 2012

Eufemismos, circunloquios y otras pérdidas de dignidad

Odio los eufemismos y los circunloquios. A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Por eso me repatea que, en la semana posterior al rescate, todavía haya individuos dispuestos a inventar todos los eufemismos y circunloquios posibles como si jugasen al tabú para evitar decir la palabra "Rescate". ¿Recordáis el juego tabú? Consiste en que tu compañero de juego adivine, antes de que se agote el tiempo, una palabra a través de pistas y definiciones sin mencionar otras palabras que se consideran tabú. Ridículo juego, por cierto.

Pero no os voy a hablar del rescate, para eso están los medios de comunicación y las redes sociales. El eufemismo que más odio está relacionado con los comerciales o vendedores, unos personajes que ahora se hacen llamar "Responsables de Desarrollo de Negocio". Y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Tan desagradable o tabú es la palabra "comercial"? ¿Tanta grima produce la palabra "vendedor"? Quizás son conceptos negativos y "Desarrollo" parece más creativo. No es lo mismo decir "yo vendo" que "yo desarrollo". Pero en la mayoría de ocasiones estos personajes lo único que desarrollan es el odio de los compañeros que comparten (sufren) su día a día con sus tácticas (tretas) para conseguir sus objetivos. Son auténticos gurús de una jerga sólo comprensible por ellos y su entorno. Esta semana inicié en twitter el hashtag #gurúventas, pero no quiero desvirtuar el objetivo de este post.

Volvamos a los eufemismos, mejor dicho, vayamos a por los circunloquios. He intentado adaptarme a las nuevas corrientes y evitar usar palabras que ya no son cool. En primer lugar he llamado a mi madre por teléfono. Le he explicado que ya no es una ama de casa. Ahora es la Product Manager de la Unidad Familiar. Sí mamá, eres la Home Product Manager. Su respuesta ha sido "Ets un borinot. (pausa) Vendràs a dinar? (*)". A continuación he tenido una seria conversación con mi padre. Le he explicado que aunque sea pensionista, siempre será el CEO (Chieff Executive Officer) de la Unidad Familiar. Sí papá, eres el CEO de nuestra Home. ¿Estás orgulloso? Su respuesta ha sido "tants d'anys de pagar estudis per haver de sentir aquests dois, a sa meva edat. (pausa). Vendràs a dinar? (**)".

Motivado por el éxito de la aplicación de circunloquios en mi círculo familiar más cercano, he decidido extenderlo a mi vida 1.0. He llamado al presidente de la comunidad de vecinos y le he dicho que ya puede firmar las notas de aviso como Community Manager. Sí Juan, eres nuestro Community Manager. Muy agradecido no estaba, porque me ha recordado que todavía tengo pendiente de pago el primer trimestre. "Tú no eres un Community Manager, eres un presidente de mierda", he pensado.

En un último intento de ser cool he llamado a nuestro representante de los trabajadores. Oye, Paco, que ya no somos curritos. Margaret, la telefonista, es nuestra gerente de atención al cliente. Manuel, el mozo de almacén, es el CEO de logística y distribución. Y a mí, a partir de ahora....Paco ha cortado la conversación. Me ha dicho cuatro frases que no puedo reproducir aquí, pero me ha quedado muy claro que lo único que puede poner mi tarjeta de presentación es brown eater, o como mucho un Black Leg Brown Eater.

Así pues, he decidido no perder más mi dignidad y llamar a las cosas por su nombre. Basta ya de circunloquios y eufemismos. Viva el lenguaje llano, claro, duro y malsonante. Menos CEOs, CFOs, CIOs, CTOs, Product Managers, Community Managers y demás fauna. Vivan los curritos, y por mucho tiempo.



(*) Eres un "borinot". ¿Vendrás a comer?
(**) Tantos años pagando estudios para oír estas tonterías, a mi edad. ¿Vendrás a comer?

viernes, 8 de junio de 2012

No hay excusas

"No hay excusas" Lo dijo no hace mucho un compañero bloguero de los que podríamos considerar activos cuando otro compañero le comentó que también tiene un blog, aunque no encuentra tiempo para actualizarlo. "Todos tenemos tiempo pero no lo sabemos" sentenció el bloguero como un gurú. "Tienes que instalarte en el móvil una aplicación de reconocimiento de voz y hablar mientras conduces de casa al trabajo y del trabajo a casa. Retocas un poco el resultado y ya está. Así lo hago yo". Sonaba interesante. Tomé nota mental y pensé ponerlo en práctica. La verdad es que no sabía si sería capaz de hacer dos cosas a la vez (conducir y hablar), pero como conducir ya lo hago de forma subconsciente, que no es lo mismo que inconsciente, estaba dispuesto a intentarlo. De hecho, muchos días llego a mi destino sin recordar el trayecto, como si hubiera sido abducido y lobotomizado. Así que, en cierto modo, creía firmemente que sería capaz de conducir y hablar a la vez, a pesar de ser un tío.

Me descargué una fantástica aplicación: "Dragon Dictation". Y aquí empezó mi aventura como bloguero parlanchín. Después de instalarla en mi móvil, hice una primera prueba en casa y me sentí ridículo, igual que cuando dejo un mensaje en un contestador automático. Lo odio. Prefiero hablar con una pared, o mejor con una planta, así ayudo en la fotosíntesis. Es uno de los pocos recuerdos que tengo de las clases de ciencias: hay que hablar con las plantas, ayuda a la fotosíntesis. Y eso es bueno, más que hablar con las personas, porque están viendo la tele e interrumpes su telesíntesis.

Superada la primera prueba, surgieron las primeras dudas. Si me paro en un semáforo y estoy hablando, ¿creerán que estoy loco? ¿Me muevo como si estuviera cantando? ¿Bailo para dar más veracidad a la actuación? ¿Doy palmaditas? No, demasiado complicado. Soy un tío. Sólo puedo hablar. Así que en el primer semáforo observé a mi alrededor. Nadie estaba pendiente de mí, estaban pendientes de sus móviles, whatsappeando, tuiteando, enviando mails, mirando la agenda...qué se yo, excepto un señor con corbata que exploraba su nariz con efusividad. Tiempo de alergias, bienvenidos a las prospecciones nasales. En fin, prueba superada, puedo hablar solo en los semáforos sin parecer un loco. Incluso puedo ir desnudo si quiero. Nadie se dará cuenta.

Superada la segunda prueba, nuevas dudas. ¿Reconocerá la aplicación el imperfecto castellano de un mallorquín nativo? Ups! Los mallorquines somos especialistas en mezclar idiomas. Incorporamos palabras castellanas al mallorquín (barbarismes, que decimos nosotros, porque los castellanos son unos forasters invasores) y también mallorquinizamos el castellano. Idò sí, la transcripción podría ser de lo más imprecisa, però me n'afluix. Y digo podría porque no llegué a saber si todo lo que había "posteado" por el camino era fruto de mi imaginación o una horda de extraterrestres cachondos me había abducido, reprogramado y manipulado toda mi conversación. Ninguna frase de la transcripción tenía sentido, parecía un manuscrito de Rajoy.

Conclusión: este post lo he escrito a manita con mis deditos, y si pillo al bloguero parlanchín le daré una soberana paliza, pero con cariño, eh, que no soy violento.

viernes, 4 de mayo de 2012

Bien Mal, Mal Bien.

En determinadas situaciones podemos pensar que la línea que separa el BIEN del MAL es muy delgada. Las grandes mentes pensantes de la historia nos quieren hacer creer que el bien y el mal son, simplemente, puntos de vista diferentes, marcados por la influencia de las connotaciones culturales y la legislación vigente. Con la religión y los prejuicios hemos topado, amigo Sancho. Pero no. La línea que separa el bien del mal no es delgada. En absoluto. La diferencia entre el BIEN y el MAL es evidente, muy evidente. ¿Me ayudáis a completar la lista?

Caer es MAL. Levantarse es BIEN.
Soñar es BIEN. Las Pesadillas son MAL.
Dukan es MAL. Nutella es BIEN. Quely es BIEN. Chocolate es BIEN.
Insultar es MAL. Soltar tacos es BIEN. Blasfemar es BIEN. Blasfemar en público es el puto BIEN.
Ramoncín es MAL. Reggaeton es MAL. Música de ascensor es MAL. Freddie Mercury es BIEN. Jazz es BIEN.
Reírse de los demás es MAL. Reírse con los demás es BIEN. Reírse de uno mismo es BIEN.
Las hamburguesas yankees son MAL. La mostaza es MAL. Chuletón de Ternera es BIEN.
La televisión es MAL. El cine es BIEN.
Las sillas de plástico son MAL. Las sillas de plástico en verano son MAL. Sofá es BIEN.
Orwell es BIEN. Cortázar es BIEN. Tolkien es BIEN. Quintana es MAL.
Joder es MAL. Sexo es BIEN. Orgasmo es BIEN.
LLuvia es BIEN. LLuvia sobre mojado es MAL.
Twitter es BIEN. Tuenti es MAL. Facebook es MAL.
Consumismo es MAL. "Con su mismo" es BIEN.
Pan es BIEN. Pan con Pan es MAL y de tontos.
Caries es MAL. Sugus de piña es BIEN.
Esperar en vano es MAL. No rendirse es BIEN.
Deporte es BIEN. Pan y circo es MAL.
Cazar moscas es BIEN. Cazar elefantes es MAL.

Espero vuestras aportaciones!

sábado, 14 de abril de 2012

Más es menos

La semana pasada, al salir de trabajar, me paré a tomar una cañita. Solecito, una temperatura agradable y la firme convicción de seguir la dieta Michelín fueron de gran ayuda para tomar la decisión.

Al llegar a mi destino, casi todas las mesas del bar estaban vacías. Antes de sentarme, tuve que analizar cada una de las opciones posibles. Dentro no, fuera sí. En la esquina más húmeda no, en aquel rincón tampoco. En primera línea bien, pero no en medio ni junto al aparcamiento de bicis. Después de desmenuzar cada posibilidad y recorrer lentamente la terraza ante la impaciente mirada del camarero, me aproximé a la que, según mi parecer, era la mesa ideal. El problema es que estaba sin recoger, por lo que tampoco me pareció una buena opción. ¿Qué pensará el camarero si me siento aquí? ¿Le dará un toque especial y espumoso a mi cerveza? Desestimada esta posibilidad, me senté en una mesa mitad sol, mitad sombra. Al poco rato tuve que cambiar a otra más alejada de primera línea, demasiado movimiento. Y poco después cambié otra vez, el sol no me permitía leer. Si hubiera pedido una segunda cerveza tendría regalito asegurado. 

Cuantas más opciones, más difícil es la elección y mayor el esfuerzo. Nos preocupa tomar la decisión equivocada o menos buena. Sufrimos lo que se llama "parálisis de decisión". Está demostrado que si tenemos pocas opciones para escoger, decidimos más rápido y nos sentimos más seguros de nuestra decisión. Ya lo publicó en el 2005 el psicólogo Barry Schwartz en el libro "¿Por qué más es menos?". Pero mi sensación es que vivimos en una sociedad y un mundo que va a menos. Y si más es menos, menos debería ser más. Pero yo  no me siento más seguro, ni más cómodo. Menos no es más. Así que voy a por otra cerveza. Y esta vez espero que haya pocas mesas vacías.

martes, 27 de marzo de 2012

La dieta Michelín

Muchas personas han intentado seguir una dieta en algún momento de su vida, supuestamente para lucir un aspecto más ¿saludable? Generación tras generación, nos hemos puesto en manos del Dr. Atkins (1), El Dr. Dukan (2) y otros gurús que nos han prometido perder rápidamente peso. Los medios de comunicación debaten sobre la milagrosa transformación de una política ex vicepresidenta del Gobierno y la falta de apetito de nuestra princesita, pero yo no pierdo de vista al muñeco de Michelín.



Bibendum (3) (así se llama este personaje) ha vivido un cambio radical en los últimos años. No sólo ha adelgazado y muestra unas llantas tersas y rejuvenecidas, también se ha operado la vista y ha aumentado su masa muscular. Quién lo diría, del personaje que ha dado nombre a los odiados michelines y que también aparece en una de las guías gastronómicas más populares. 



Nacido en 1898, Bib nos invitaba en su primera aparición a emborracharnos, sosteniendo una copa en una  mano y un puro en la otra. Es evidente que el supuesto mensaje de "beberse los obstáculos" esconde una clara invitación al consumo moderado de cerveza y a fumarse un purito de vez en cuando.

¿Es el zumo de cebada el secreto de su transformación? No lo sé, pero yo, de mayor, quiero ser como Bibendum, por eso seguiré su ejemplo. Una cerveza bien fría por favor. 

(1) El Dr. Atkins publicó a principios de los '70 "La revolución dietética del Dr. Atkins", un calco de la dieta de Banking de 1863. en 1992 aplicó I+D a su producto para generar nuevos ingresos y publicó "La nueva revolución dietética del Dr. Atkins". Murió en 2003 con un notable sobrepeso.


(2) El Dr. Dukan lleva más de 30 años promocionando una dieta consistente en comer menos y hacer ejercicio, aunque ha alcanzado la popularidad gracias a una princesita que consiguió perder 2 tallas poco antes de su boda. Últimamente se dedica a perder juicios contra las personas que le difaman en prensa.


(3) El eslogan del primer cartel publicitario era "Nunc est bibendum" (es tiempo de beber), un verso en latín que usaban los romanos para brindar. La palabra "Bibendum" está situada justo encima del muñeco, de ahí que la gente le llamase por este nombre.

viernes, 23 de marzo de 2012

Segundo intento

No, este no es mi primer artículo. Por eso no empiezo con el tradicional y original "hola mundo". Hace casi cuatro años creé mi primer blog, pero como podréis observar no le he dado continuidad. Escribí un único artículo, "Decisiones, errores y teoría de caos". Volvería a escribirlo una y mil veces, no he cambiado de opinión con el paso del tiempo. Pero no es lo que hoy quiero contar.

Dicen que escribir es una excelente terapia. Expresar por escrito nuestras experiencias, ideas y opiniones ayuda a preparar la mente para nuevos retos, ordenar nuestros pensamientos y liberar los monstruos que llevamos dentro. Twitter ha sido una gran ayuda. Escribir tuits, pese a la limitación de 140 caracteres, ha sido muy gratificante y no he tenido, hasta ahora, la necesidad de volver. Además me ha permitido conocer a personas muy interesantes, pero tampoco es el momento de hablar de ello. Sólo quería anunciaros que he vuelto. Necesito liberar los monstruos. Es mi segundo intento.


PD: No escribo en el antiguo blog por una razón muy sencilla: no recuerdo la cuenta de correo ni el password. Impresionante, ¿verdad?